Cuando tengo que mantener una conversación importante suelo
recordar un cuento oriental de autor desconocido que hoy quiero compartir
contigo. El relato empieza contando que “un
sultán soñó haber perdido todos sus dientes y esa pesadilla le dejó tan
angustiado que decidió llamar a un sabio para que le explicara su significado. Después
de escuchar el contenido del sueño, el sabio se llevó las manos a la cabeza y
exclamó: “Qué desgracia, Majestad, cada diente caído representa la pérdida de
uno de vuestro parientes más queridos”. Al oírle, el sultán entró en cólera,
tomó esas palabras como una atrevida insolencia y ordenó que el sabio fuera
castigado. No obstante, seguía preocupado, así que decidió pedir una segunda
opinión y llamó a otro erudito, quien tras conocer los detalles de la pesadilla
dijo sonriente: “Qué alegría, majestad, realmente sois bienaventurado pues el
sueño significa que sobreviviréis a todos vuestros parientes.” En ese momento
el semblante del sultán se iluminó con una gran sonrisa y ordenó que el sabio
fuera pagado generosamente. Cuando éste salía del palacio, uno de los
cortesanos fue a su encuentro y le comentó con extrañeza: “La interpretación
que habéis hecho es la misma que hizo el primer sabio. No entiendo por qué fue
castigado y, en cambio, tú, recompensado." A lo que el segundo sabio
respondió: “Una verdad puede compararse con una piedra preciosa. Si la lanzas
contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la envuelves en un delicado
embalaje y la ofreces con delicadeza, ciertamente será aceptada con agrado."
Estoy de acuerdo con el segundo sabio del relato y considero
que los seres humanos hace tiempo que creamos el lenguaje pero aún estamos
aprendiendo a comunicarnos. En este sentido, responsabilizarnos de lo que
pensamos y de las palabras que lo expresan, es un paso importante. El lenguaje
puede ser un puente que te lleve al territorio del conflicto o al terreno de la
comprensión.
Por si quieres entender, entenderte y que te entiendan mejor
en tus conversaciones y en tu diálogo interior, a continuación te apunto siete obstáculos que pueden
arruinar la comunicación y siete formas de soslayarlos:
1.- Poner “etiquetas”:
Se trata de rotular con una definición global, una acción particular. Por ejemplo, si te ha ido mal en un examen, sales de la prueba diciéndote que eres
un fracasado. Si tu pareja no ha organizado bien un evento, es un inútil. Y si
hay mucha cola en el supermercado, el día está siendo un desastre. Al
etiquetar te olvidas de todas las
asignaturas que sí has aprobado, de todas las tareas que tu pareja hace
estupendamente y de todas las cosas agradables que te han sucedido durante la
jornada. Aplicadas a uno mismo, las etiquetas negativas bajan la
autoestima, dedicadas a los demás generan rechazo y dirigidas hacia tu vida te
desaniman. Cómo mejorar: Recuerda
que lo que estás considerando es un hecho puntual. La vida, y las personas como
parte de la vida, estamos en continuo proceso de transformación y no hay rótulo
que pueda encasillarnos definitivamente.
2.- Irte a los
extremos: Es la tendencia a contemplar las situaciones de la vida en forma
de todo no nada, éxito o fracaso, blanco
o negro, etc… sin aceptar puntos intermedios. Por ejemplo, quizás te está costando más de lo que esperabas hacer una buena cartera
de clientes y piensas que tu camapa
comercial es nefasta y un gran fracaso. Esta forma de interpretar la vida
genera tensión y rigidez. En el ejemplo, te llevaría a tirar la toalla y sin
embargo, podrías comprobar que, aunque
está costando, ya has logrado que tu
marca esté bien considerada y cada vez tiene más seguidores en redes sociales.
Claves
para mejorar: Considera siempre la amplia gama de matices que configura la
realidad. Si para ti sólo hay blanco o negro, cuestiona tu limitada percepción.
3.- Caer en la
generalización: Frases como siempre
pasa lo mismo, nadie me entiendie, nunca voy a lograr el asecenso te
impiden descubrir la disficultad concreta a la que te estás enfrentando y por
lo tanto, te impide también ver las posibles soluciones. La generalización obstaculiza
el cambio. Tu estado de ánimo decaerá y sentirás cansancio y frustración.
Cuando te refieres a otros en estos términos, especialmente a niños que aún no
han desarrollado un criterio propio, los
efectos en su autoimagen y su autoestima pueden ser muy negativos. Clave para mejorar: Especificar aporta
claridad y favorece la concentración en lo que es necesario transformar. Al
expresarte apunta claramente a la dificultad, aquí y ahora, pues a su lado también
está la solución.
4.-Ver sólo lo
negativo: ¿Tienes tendencia a concentrarte sólo en los detalles negativos
para luego concluir que la totalidad de la situación es desastrosa? Por
ejemplo, has hecho una presentación de tu
proyecto y varias personas de tu departamento se han mostrado interesadas y te
han dado su apoyo. Sin embargo cuando llegas a casa lo que cuentas es que no tuviste respuesta para una de las
preguntas que te formuló tu jefe y consideras que eso causó muy mala imporesión
y hasta es posible que rechacen tu propuesta. Pensar de forma sesgada genera innecesarias
angustias. Si además magnificas lo malo, la situación pronto la verás
totalmente catastrófica y tu desasosiego irá en aumento. Clave para mejorar: Cultiva una atención equilibrada para ser
capaz de descubrir tanto lo que puede mejorarse como lo que ya es una
maravilla.
5.- Entregar el poder
sobre tus estados de ánimo: Si dices, me
enfadas, me pones triste o no me deprimas,
estás colocándote en el papel de víctima irresponsable, otorgándole al
otro todo el poder sobre tu estado de ánimo. Pero si explicas, cuando me interrumpes con tus comentarios,
siento un gran enfado o al ver que no me llamas me pongo triste y me deprimo,
estás reconociendo tu emoción y retomas el poder de elegir tu respuesta a la
situación concreta. En el primer caso aparecerá tensión en la conversación pues
el otro verá que le haces responsable no solo de su comportamiento, que puede
regular, sino también de tus emociones,
algo que escapa a su control. Clave para
mejorar: Ten en cuenta que las circunstancias tienen su importancia pero lo
que posibilita la gestión de tus emociones es tu capacidad de elegir respuesta
ante esas circunstancias.
6.- Adivinar intenciones: Es el hábito de hacer suposiciones atribuyendo a los demás pensamiento negativos, sin molestarte en comprobar lo cierto de tus ideas. ¿Te reconoces diciendo … ¡Ya sé que piensa que ha sido por mi culpa y que soy un desastre!...? Esta forma de hablar dificulta la comunicación pues, dado que uno ya lo sabe todo y no pregunta al respecto, el otro empieza a pensar que quizás no será escuchado y difícilmente comprendido. Clave parar mejorar: Atrévete a preguntar. Es una forma de respetar a tu interlocutor y demostrarle que te interesa comprenderle.
7.- Apoyarte en los deberías: Es la costumbre de hablar
en términos de obligaciones intentando imponer tu modo de ver la vida como si
fuera una verdad absoluta. Mira cómo cambia la emoción que se suscita si dices,
hubiera preferido que me hubiera consultado
y me gustaría explicarte mi punto de vista, en vez de deberías haberme consultado y deberías avergonzarte por tu
desconsideración. Este tipo de expresiones pone al interlocutor a la defensiva
e impide un acercamiento cordial. Clave para
mejorar: Prueba a cambiar el debería
ser así por el preferir que sea de
esa manera y expresa con claridad tus deseos.
Poniendo un poco de atención puedes identificar y corregir
estas tendencias, verdaderos obstáculos para
la buena comunicación. Con ello allanarás el camino del encuentro, el
entendimiento y la comprensión.
Gracias por tu atención. Me alegrará leer tus comentarios. Hasta
pronto.
Contenidos
relacionados:
Hablarte antes dehablarle: Claves para mejorar tu diálogo interior y tu forma de llevar una
conversación.
¿Cómo llevas lascríticas?: Decálogo de buenas prácticas para recibir críticas y salir
airoso del reto.
A prenguntasinspiradoras, respuestas motivadoras: Veinte preguntas poderosas que te
ayudarán a desbloquearte.
Cómo hablar contigomismo en momentos de desánimo: Doce pasos para elaborar un dialogo interior
constructivo.
Coaching online: Si te interesa conocer mi labor profesional como coach personal te invito a visitar La Llamada También puedes escribirme a p.arcay@la-llamada.com y solicitar una sesión informativa y gratuita.
Estaré encantada de atenderte.
"En el fondo de tu corazón están esperando los sueños no cumplidos y todo el amor que aún no ha podido ser. Date permiso para vivirlos." (“Lo que el corazón quiere contemplar”)
Ahora, a tu alcance, un apoyo para el despertar de tu consciencia: “Lo que el corazón quiere contemplar” Un libro, para leer y practicar, que expandirá tu poder creador y promoverá la conexión con la inteligencia de tu corazón.
Puedes leer fragmentos o el libro completo, escucharlo en audio, descargar en ebook, todo gratuitamente aquí.
Muy buenos días querida Pepa! Es muy lindo y agradable leerte, gracias por tus aportes tan llenos de motivación y por ayudarnos a seguir mejorando el observador que somos, que estamos siendo. Abrazo muy fuerte desde Argentina.
ResponderEliminar