Hace unos días, una persona
de probada actitud solidaria, me explicó su decepción ante el comportamiento
desagradecido y exigente de algunos vecinos a los que venía ayudando. Había
llegado a la conclusión de que no sabía poner límites pues con frecuencia se
sentía poco respetada. Desde un punto de vista espiritual creía que todos somos
uno pero, aquí y ahora, veía que se perdía a sí misma en su entrega a los demás. Le propuse que, mientras conversábamos,
fuéramos completando un puzle pues es un juego que evoca la doble perspectiva
de lo individual y lo total y podía inspirarnos en el tema
que me proponía.
¿A qué me refiero cuando hablo de límites?
Desde un punto de vista
existencial, considero que un límite es una
línea que puedes establecer para diferenciar lo que eres y lo que quieres de lo
que no eres y no quieres. Es una frontera que, una vez definida, preserva la integridad de lo que abarca y
muestra hasta dónde, una incursión en tu
espacio personal, es considerada respetuosa o invasiva.
Por otra parte, hay márgenes
que quedan definidos por la cultura, las creencias, las costumbres sociales,
los prejuicios o las rutinas y muchas veces son de utilidad pero también pueden
convertirse en una prision. Es decir que algunos límites los percibirás como
obstáculos a superar y otros como lindes a consolidar. En cualquier caso son valiosos instrumentos para apoyar tu
evolución y puedes aprender a usarlos con eficacia.
En artículos anteriores (“Cambiar el paso a la rutina”, “Sugerencias para fluir sin resistencia en la espiral del cambio” y “Reciclándote: Sietepasos para favorecer cambios positivos en tu vida”), te he ofrecido ideas y
ejercicios para ir más allá de los contornos limitadores y expandir tu
potencial. Aquí voy a centrarme en cómo
desarrollar la habilidad para poner buenos límites y hacerlo consciente y responsablemente:
1.- Límite de bienestar: Con frecuencia decidimos poner fin a una situación
cuando ya no podemos más. Entonces, saturados y casi siempre enojados, decimos
¡basta!, pero no hay por qué llegar a ese extremo. Puedes aprender a ser consciente de tu límite de bienestar en vez esperar
a sentirte desbordado en tu límite de tolerancia. Descubrir hasta dónde te
sientes bien con una situación es algo muy distinto a percibir el momento en el
que ya no puedes soportarlo más. Por ejemplo, si te pido prestada una prenda de
vestir quizás te sientas bien dejándomela para un día concreto (tú límite de
bienestar) pero no más, así que tendrás que dejar clara la fecha en la que
quieres que te lo devuelva.
2.- Revisión de situaciones: Responder a las siguientes preguntas puede ayudarte a
descubrir situaciones en las que quizás estás
alejándote de tu límite de bienestar. ¿Tienes la sensación de que pierdes
el tiempo o dejas que te lo roben? ¿Entregas demasiada energía a relaciones que
te aburren? ¿Cargas con responsabilidades que no te corresponden y que te
impiden atender otros asuntos prioritarios para ti? ¿Te sientes poco respetado? ¿Dejas que otros
decidan por ti, o te dejas llevar por la corriente y luego te sientes culpable?
¿Haces cosas que no quieres hacer pero las usas como excusa para no enfrentar
miedos o realidades que te asustan? ¿A quién o en qué situaciones no te atreves
a decir “no”? ¿En qué áreas de la vida te sucede algo de todo esto? ¿En qué
asuntos en concreto? ¿Con qué personas? Teniendo
en cuenta tus respuestas, elige uno de los asuntos en el que te parezca
importante poner límites, comprométete a
pasar a la acción y empieza poco a poco llevando a la práctica las sugerencias
que te explico en este artículo.. (También te será útil consultar: “Cómo dar más vida a tu tiempo y ganar mástiempo para tu vida”, “¿Víctima o protagonista?”)
3.- Miedo a las consecuencias: Es fácil que al pensar en explicar tus condiciones,
aparezcan algunos temores. Pero no poner un límite por evitar un conflicto
supone generar un conflicto en tu interior. Es necesario asumir que no siempre
tendrás la aprobación de los demás ni su comprensión. Si el miedo a encontrarte
con algún tipo de consecuencia negativa empieza a bloquearte, reflexionar por escrito te ayudará a
ordenar pensamientos y a escuchar tus emociones. Pregúntate cuáles serían las ventajas y los inconvenientes de poner
límites y de no ponerlos. Imagina los diferentes escenarios, las personas
implicadas, etc y escribe todas las respuestas que se te vayan ocurriendo. Si
tu mente únicamente estaba concentrándose en las consecuencias negativas, identificar
todo lo bueno que se generará al poner límites te dará más fuerza para llevarlo
a cabo. Y si decides que el precio va a ser demasiado caro te habrás hecho
consciente de los beneficios de no expresarte y estarás en condiciones de
buscar otras alternativas (puede ser que convenga resolver previamente otros
asuntos o necesites fortalecer tu autoestima o conseguir algún tipo de recurso).
(En relación a la gestión de las emociones te vendrá bien lo explicado en: “EmocionArte: Cinco formas de relacionartesaludablemente con tus emociones”)
4.- Expresar: Una
vez que te has hecho consciente de tu límite de bienestar en una situación
concreta tienes que hacerte responsable
de explicarlo con claridad y firmeza, sin esperar que los demás lo vayan a
adivinar, por muy obvio que te parezca. Los otros puede que no perciban, desde
su ignorancia, sus valores, sus costumbres o su disfuncionalidad, los límites
que a ti te parecen saludables. Si lo que te preocupa es la forma en la que vas a poner el límite o si encontrarás el momento
adecuado, recuerda que no hay una fórmula mágica y lo que decidas hacer no
tiene que ser perfecto. Vas a llevar a cabo lo que creas adecuado y eso ya es
suficiente. A veces lo más útil es una conversación, quizás te convenga
escribir un mensaje, iniciar una acción legal, dejar de seguir una rutina, negarte
a colaborar, aclarar mejor tu punto de vista, etc… Partiendo de la situación
que enfrentes, estudia todas las
alternativas posibles tratando de mantenerte siempre en el territorio del
respeto y la amabilidad sin que por eso disminuya la claridad, la determinación
y si cabe, el sentido del humor como queda expresado en este relato de la
tradición espiritual sufí, que posiblemente te robará una sonrisa:
“Un maestro fue a una casa de baños turcos. Al ver
que iba pobremente vestido los empleados
le atendieron con desgana y le proporcionaron sólo un poco de jabón de mala calidad y una
toalla vieja. Sin embargo, para sorpresa de todos, al irse dejó una generosa
propina en monedas de oro. A la semana
siguiente el maestro volvió a los baños pero esta vez fue masajeado, perfumado
y tratado con la mayor deferencia. Al irse dejó un única moneda de cobre
explicando que era la propina correspondiente al día anterior. Luego se
despidió sonriente... "
5.- Perseverancia y coherencia: Con frecuencia no basta con poner límities sino que
hay que insistir para consolidarlos.
Perseverar incluye ser coherente
pues se debilitarán esos límites si, por presiones sociales u otros factores,
finges lo que no sientes, expresas opiniones contrarias a lo que piensas o
sigues bromas que van en contra de tus valores, etc… Además esa coherencia
también tiene que verse reflejada en tu modo de tratar a los otros, ofreciéndoles la misma consideración que
pides para ti. Por otra parte, ganarte el respeto de los demás comienza
por respetarte a ti mismo alejándote, por ejemplo, de situaciones o hábitos
que puedan resultarte lesivos, no dando
excesiva importancia a las opiniones ajenas o no estancándote en aspectos del
pasado que no puedes modificar. Es decir, hacerte
responsable de tu bienestar físico, mental y emocional.
Como resumen considero que lo
importante es escucharte, ser consciente
de tu límite de bienestar y responsabilizarte de mantenerlo recordando que “aunque cada cual es único, no estamos
aislados pues todos pertenecemos a la vida que nos anuda en una misma red, en
la que todo cuenta y encuentra su profundo valor en la combinación con todo lo
demás. Siendo lo que eres y estando en tu sitio en el puzle de la vida
colaboras a que también los demás puedan ser quienes son y encuentren su lugar.
(“Lo que el corazón quiere contemplar”)”.
Gracias por tu atención. Me
encantará leer tus comentarios. Abrazos y hasta pronto.
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Gracias Pepa por este artículo. Me ha sido aclarador y muy útil. Las fotos y sus mensajes realmente inspiradores.
ResponderEliminarMuchas gracias Pepa.
ResponderEliminarCreo que es un blog del cual hay mucho positivismo. He visto pocos igual. Mis felicitaciones y un saludo
ResponderEliminarMuchas gracias por el post Pepa. ¡Es excelente! Qué importante recordar que no poner un límite por evitar un conflicto genera un conflicto en tu interior. Cuanto que reflexionar sobre aprender a respetarnos a nosotros mismos... Es increíble el proceso de autodestrucción que si no, nos genera.
ResponderEliminarGracias, me cuesta mucho hacerlo....me ayudó mucho el mensaje...lo volveré a leer.
ResponderEliminarMuchas gracias, es de mucha utilidad y valor.
ResponderEliminarMuchas gracias, es de mucha utilidad y valor.
ResponderEliminarJo, pedazo de post!! No tiene desperdicio!!
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