Un antiguo relato de la tradición hindú cuenta que un aguador tenía dos grandes vasijas que colgaba en los extremos de un palo y transportaba sobre sus hombros. Una tenía grietas por las que se escapaba un poco de agua, de modo que al final del camino nunca estaba del todo llena, mientras que la otra era perfecta y mantenía intacto su contenido.
La vasija sin grietas estaba muy orgullosa de sus logros pues se sabía idónea para los fines para los que fue creada. Pero la vasija defectuosa estaba avergonzada de su propia imperfección y de no poder cumplir correctamente su cometido, por lo que al cabo de un tiempo le dijo al aguador: "Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis imperfecciones no obtienes todo el valor que deberías recibir por tu trabajo". El aguador le contestó: "Cuando regresemos a casa quiero que observes las bellísimos flores que crecen a lo largo del camino".
La vasija sin grietas estaba muy orgullosa de sus logros pues se sabía idónea para los fines para los que fue creada. Pero la vasija defectuosa estaba avergonzada de su propia imperfección y de no poder cumplir correctamente su cometido, por lo que al cabo de un tiempo le dijo al aguador: "Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis imperfecciones no obtienes todo el valor que deberías recibir por tu trabajo". El aguador le contestó: "Cuando regresemos a casa quiero que observes las bellísimos flores que crecen a lo largo del camino".
Así lo hizo la tinaja y, en efecto, vio muchísimas flores hermosas a lo largo de la vereda; pero siguió sintiéndose apenada. El aguador le dijo entonces: "¿Te diste cuenta de que las flores sólo crecen en un lado del camino? Como reparar tus grietas resultaba muy caro, quise sacar el lado positivo de tu estado y sembré semillas de flores. Todos los días las has regado y durante dos años he podido recogerlas y venderlas, además de que muchos caminantes también han disfrutado contemplándolas. Si no fueras exactamente como eres y yo no hubiera confiado en tus capacidades dónde tú sólo ves tus limitaciones, no hubiera sido posible crear esa riqueza.
Todos tenemos grietas y aunque, en ocasiones, resulte difícil comprenderlo, ellas también ayudan a hacer de nuestro camino una particular y valiosa aportación a la vida. “Es necesario el vacío para manifestar la forma y también la oscuridad para que la luz pueda brillar más.” (Lo que elcorazón quiere contemplar) Pero, a veces, comparamos y al comprobar que las cosas no son como creemos que deben ser podemos quedar atrapados en la sensación de carencia. Sentirnos insuficientes y deficientes, con una pobre opinión sobre nosotros mismos. Sin embargo, una alta autoestima tampoco implica creerte perfecto sino amar lo que somos recordando nuestra capacidad de aprender.
En la línea de estas reflexiones, hoy te invito a repasar una serie de cuestiones que dependen únicamente de ti, son de tu responsabilidad, puedes aplicarlas cada día y te ayudarán a mejorar tu autoestima:
1.- Cultiva un autoconcepto positivo teniendo en cuenta lo que piensas de ti mismo, lo que crees sobre tu forma de ser y cómo te sientes contigo mismo. Se trata de mantener una visión optimista sobre tus habilidades, cualidades y valores, sin idealizaciones ni negatividades innecesarias.
Para lograrlo:
a) En lugar de buscar ser especial para alguien o en algo, recuerda que la vida ya te ha hecho único y tu huella es irreemplazable. Siendo lo que eres y estando en tu sitio en el puzle de la vida, colaboras a que también los demás puedan ser lo que son y encuentren su lugar. Ser ya es mucho. Es colaborar a que la vida vaya siendo.
b) Confía en lo que puedes llegar a ser pero primero acepta y aprecia lo que ya estás siendo. Descubre las aptitudes en las que más destacas, aprécialas y busca la forma de optimizarlas.
d) Recuerda en todo momento tucapacidad de aprender y mejorar. Encuentra las posibilidades de desarrollar nuevas capacidades y, con confianza, ponte a ello. Pero ten en cuenta que tu plenitud tiene que ver con permitirte ser, aprender y superarte a cada paso y no con ser el mejor. Ante cualquier reto, recuerda también que seguirás siendo valioso más allá de los resultados.
e) Cada vez que consigas realizar un cambio positivo en tu vida, reconócelo y celébralo. Cada logro fortalece tu confianza y tu voluntad. Mantén un registro escrito de las metas alcanzadas para repasar en los momentos de inseguridad
f) Reflexiona, para aprender, sobre las relaciones que no han funcionado, pero también plantéate cuántas personas se han visto beneficiadas por tu influencia en sus vidas.
2.- Practica el autorespeto. Mantén a raya la culpabilización y atiende responsablemente tus necesidades. Se trata de apreciarte y, dejando a un lado falsas humildades, sentirte orgulloso de ti mismo sin creerte ni más ni menos que los demás.
Para lograrlo:
a) Elabora un diálogo interiorpositivo en el que no tengan cabida las descalificaciones.
b) Acostúmbrate a pararte y preguntarte: ¿Cómo me encuentro? ¿Qué estoy sintiendo? Y en vez de preocuparte, ocúpate de tus necesidades. Busca un buen equilibrio entre atenderte y atender a los demás.
c) Date tiempo y permiso para descubrir lo que quieres y expresarlo.
d) Pon límite a la influencia que tiene en ti la opinión de los demás, sea sobre tu cuerpo, tus capacidades mentales o tus habilidades sociales. Es bonito contar con el aprecio ajeno. El problema comienza al confundir el valor personal con la opinión que los demás tienen de ti.
e) Si el rumbo de tu camino está marcado por valores que no son los tuyos, tu paz interior no viajará contigo. Piénsatelo. De vez en cuando pregúntate por qué y para qué hago lo que hago.
f) Procúrate el descanso necesario así como el reconocimiento merecido por tu esfuerzo y buena voluntad. Encuentra tiempo para divertirte y relacionarte con los demás. Respetarte también es cuidarte. Adquiere hábitos de vida saludables a nivel físico, mental y emocional. Hacerte responsable de tu bienestar es una forma de mostrarte aprecio.
3.- Profundiza en el autoconocimiento: Obsérvate para conocerte mejor y comprenderte más. Afronta cuanto antes tus limitaciones y los aspectos de tu personalidad que te resultan más incómodos para integrarlos o promover los cambios necesarios que te lleven a la superación personal.
Para lograrlo:
a) Resérvate un tiempo diario para escucharte en silencio y descubrir tu mundo de valores y motivaciones.
b) Deja de lado idealizaciones sobre ti mismo que sólo te llevarán a la frustración y la culpa. Crecer implica ver tus capacidades para optimizarlas y descubrir tus limitaciones para superarlas. Conocer ambas facetas mantiene tu autoestima en realista equilibrio.
c) Eres lo que muestras y lo que queda oculto. Con la luz de la compasión puedes iluminar lo más oscuro. Acepta lo que no te gusta de ti mismo sin engañarte pero recordando siempre que puedes mejorar. Lo que no puedas cambiar intégralo con serenidad. Busca su luz tras la sombra y encuentra la belleza de ese claroscuro.
d) Cuando decidas realizar el cambio que necesites valora el esfuerzo y se paciente a la vez que perseverante. Desde que naciste estás superando retos, sacando de ti fuerza, sabiduría y talentos desconocidos. Confía en puedes seguir haciéndolo.
e) Escucha los sueños que cantan en tu corazón. Encuentra formas de apoyarlos para que se hagan realidad. Pero contempla con realismo las dificultades que tendrás que afrontar por tus circunstancias, tu personalidad o tus recursos.
f) El autoconocimiento no es ensimismamiento pues si también cultivas la empatía podrás ponerte con más facilidad en el lugar del otro, comprender su comportamiento y sus sentimientos y, a la vez, hacerte entender mejor y sentirte más seguro en tus relaciones.
Para finalizar te invito a escuchar el audio titulado “Viendocrecer tu árbol de la autoestima”, en el que te explico una sencilla herramienta que te permitirá tener una imagen de ti mismo, centrada en tus cualidades y logros. Un ejercicio muy útil para mejorar tu autoestima y tu estado de ánimo.
Gracias por tu atención. Estaré encantada de leer tus comentarios. Abrazos y hasta pronto.
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