domingo, 10 de agosto de 2014

¿Estás a la altura de tus sueños? Ocho pasos para vibrar, aquí y ahora, en su misma frecuencia.

Decía William Shakespeare que “estamos hechos del mismo tejido que nuestros sueños” por eso, quizás,  conforme trabajamos para hacer realidad nuestras más elevadas visiones, en la misma medida,  vamos creciendo como personas.


Del humano y creativo proceso de soñar, lo que más me maravilla es la transformación que se produce en el soñador al emprender la aventrua de alcanzar el horizonte soñado. Para poder ser los protagonistas de nuestros sueños tenemos que estar a su altura, vibrar en su frecuencia. Con esa motivación, ampliamos nuestros puntos de vista, afrontamos la experiencia con mayor apertura emocional y desarrollamos nuevas capacidades. Nos superamos a nosotros mismos.

Lo que resulta arriesgado de este proceso es creer que hay esperar a que el sueño se cumpla para disfrutar y experimentar ese cambio personal. Los sueños, cuando los mantenemos sin ninguna conexión con el presente, nos muestran principalmente lo que nos falta y si persistimos en ese enfoque de carencia, la frustración puede alimentar el cansancio y éste bloquear la necesaria perseverancia para lograr hacerlos realidad. Entonces los sueños sólo nos sirven, como las pesadillas, para pasar un mal rato del que queremos despertar cuanto antes. ¿Cómo evitar que esto suceda y sacar el máximo beneficio a la capacidad humana de soñar? Desde mi punto de vista, y este es la propuesta que hoy quiero compartir contigo, se trata de lograr ser, en el aquí y en el ahora, el primer elemento coherente con ese sueño feliz que tu corazón quiere ver convertido en realidad. De esta manera, mientras avances en tu camino, te sentirás en sintonía con tu visión, disfrutarás  y convocarás a todo lo que esté en la onda de esa vibración.

A continuación, incluyendo (en cursiva) párrafos de Lo que el corazónquiere contemplar”, te sugiero algunas reflexiones y ejercicios que te serán útiles para disfrutar del presente mientras caminas entusiasmado hacia el horizonte de tus sueños:

1.- En primer lugar,  conviene que tengas claro, cuáles son tus objetivos. Igual que cuando quieres hacer un viaje, hay que empezar determinando a dónde deseas ir. Para ayudarte en eso, te animo a revisar el artículo Pautas para saber lo querealmente quieres.  

2.-  Este es el punto esencial y consiste en enlazar esos deseos, esa soñada visión, con tu momento presente. Sabes dónde quieres ir y eres consciente de dónde estás. Siguiendo con la metáfora del viaje, piensa que el punto de selida siempre está unido al punto de llegada. No hay separación pues ambos extremos están formando parte de un mismo territorio entretejido de ríos, océanos, caminos y montañas. El viajero que tú eres, aunque aprendas y crezcas en el recorrido, seguirá siendo el mismo, al comienzo y al final del trayecto. Y ya está en ti la mochila de tu potencial. Teniendo en cuenta esta reflexión, se trata de reconocer que, aquí y ahora, ya estás en tu soñada realidad, solo que nada más alcanzas a ver algunos de sus aspectos y la capacidad de ser feliz y experimentar plenitud, la llevas contigo en todo momento. Por lo tanto, haz una lista de todos los recursos con los que cuentas y acepta tu presente con apreciación,  pues es el punto de partida en el que puedes apoyarte para avanzar.

3.- Busca fotos, dibujos y palabras que representen tus sueños. También de los aspectos que más aprecias de tu realidad actual y quieres que sigan formando parte de tu soñado horizonte. Con este material, realiza un collage que incluya tu foto sonriente y colócalo en un lugar bien visible. Al verlo cada día recordarás el rumbo que marca tu corazón y también generarás agradecimiento y sentimiento de abundancia por todo lo que ya estás disfrutando.

4.- Elabora y pon en marcha un plan de acción. Para esta tarea te sugiero revisar el artículo ¡Manos a la obra! 

5.- Párate con frecuencia a imaginarte protagonizando tu soñada realidad. ¿Qué sucede y qué sientes habiendo alcanzado tus objetivos? ¿En esas felices escenas qué experimentas? ¿Qué recibes? ¿Qué das? ¿Con qué disfrutas? ¿En qué aspectos se despliega tu potencial? ¿Qué talentos desarrollas? ¿Qué cualidades manifiestas? Y complementa estos ratos de visualización comprobando los avances diarios en tu plan de acción. Revisa también todo aquello que, formando parte de tus sueños, aunque sea de una manera incipiente,  ya se está manifestando. Asegúrate de estar disfrutando y celebrando esos pequeños logros. Abraza tu presente con reconocimiento y avanza con la actitud de los viajeros que captan los matices de los fugaces instantes. Abierto al asombro. Intuyendo lo maravilloso. En cada tramo del camino, puedes descubrir belleza insospechada.

6.- Guarda un espacio diario para afírmate en la confianza de que en tu naturaleza está la sabiduría y los recursos necesarios para lograr tus objetivos. Empieza poniendo la atención en tu respiración y observa cómo vienen y van tus pensamientos. Cuando tu atención se quede apegada a alguno de ellos, vuélvela a enfocar en cada inspiración y expiración. Sigue un rato haciéndolo así y luego imagina que, tras esas hileras de pensamientos que llegan y se van, hay un campo infinito de energía, de donde surge todo lo que es, incluyendo todo lo necesario para que se manifieste lo que tu corazón quiere contemplar. Ahora, con cada respiración imaginas que te vuelves más y más receptivo a esa fuente de inspiración brotando en el centro de tu ser. Después de un rato, repite varias veces la siguiente afirmación: “Confío en la inteligencia de mi corazón, donde encuentro conocimiento y efectiva disposición para, aquí ahora, vibrar en sintonía con todo lo que es y crear cauces de acción desde la paz y la libertad de ser.”.  Finaliza esta experiencia realizando tres respiraciones profundas, en las que expresas gratitud por el camino que te lleva, el sueño que te eleva y el alma que te anima.  (Puedes escuchar en audio esta misma visualización)


7.- Cuando el camino se ponga muy cuesta arriba, aprovecha la inclinación para elevar tu mirada y que tu ánimo le siga, recordando tus ideales, tus valores y el sentido de tu caminar.  Ten en cuenta, además,  que estás haciendo camino y que al “caminar das un paso en el vacio mientras con el otro te afirmas más. Sería imposible andar si no aceptaras experimentar esa porción de vacío o si lo quisieras eliminar de tu camino, consiguiendo con ello únicamente bloquear tu avance.” Es necesario el vacio para manifestar la forma y también la oscuridad sirve para que la luz pueda resplandecer más.  Si te flaquean las piernas anímate recordando que cada paso en la dirección de tus sueños ya forma parte de su feliz realización. Y si en tu corazón aparece el sentimiento de carencia, escúchalo y luego invítale a ver la situación como una oportunidad de mejorar, aprender y crecer.  

8.- Comprueba cada día que el camino que sigues te va acercando a dónde quieres llegar, pero también permítete ser flexible cuando te encuentres con obstáculos y encrucijadas en tu camino. A veces la vida, juguetona, va cambiando de sitio las metas y hay que s er intuitivo corredor de fondo descubriendo nuevos caminos. Además, por más precisas que hayan sido tus visualizaciones acepta que tu visión es limitada y aunque no logres entenderlo, pueden aparecer señales de sincronidad que conviene tner en cuenta. Es un juego divertido que consiste en observar si, a tu alrededor, algo parece moverse con tu mismo secreto compás. Es la manifestación de que tu corazón ya está siendo centro de atracción para todo aquello afín a tu misión y que, aún sin saberlo, comparte tu visión; y en tu sueño feliz, su sueño feliz ha de encontrar culminación. Si descubres tales signos acéptalos como una oportunidad para ver más allá de las probabilidades establecidas y disfrútalos, confiando en que hay variables invisibles que están apoyando tu misma intención.” Contempla con consideración lo que a tu alrededor, por pequeño que sea, también sueña, y procura transmitir confianza, compromiso y esperanza,

Decía Antoine de Saint-Exupery que “una pila de piedras deja de ser una pila de piedras en el momento en que un hombre la contempla, concibiendo por dentro la imagen de una catedral.” Ese es el poder creador que implica nuestra capacidad de imaginar. En el fondo de tu corazón están esperando los sueños no cumplidos y todo el amor que aún no ha podido ser. Date permiso para vivirlos.

Gracias por tu atención. Estaré encantada de leer tus comentarios. Hasta pronto.

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"En el fondo de tu corazón están esperando los sueños no cumplidos y todo el amor que aún no ha podido ser. Date permiso para vivirlos.(“Lo que el corazón quiere contemplar”) 

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2 comentarios:

  1. Comparto tus pensamientos.
    Intento no vivir pensando en el futuro pero sí que éstos sean los que me impulsan al caminar.

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  2. Graias. Genial. Me quedo con:

    (Cito): En el fondo de tu corazón están esperando los sueños no cumplidos y todo el amor que aún no ha podido ser. Date permiso para vivirlos.

    Un abrazo

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